sábado, 29 de noviembre de 2014

Me desperté sobresaltada

Me desperté sobresaltada, con el corazón agitado y con lágrimas en los ojos. Estaba claro que era una pesadilla, pero no recordaba nada. Solo sentía la presión que oprimía mi pecho; necesitaba llorar, aunque no sabía por qué. Me incorporé y me dirigí hacia el cuarto de baño para despejarme y echarme agua en la cara. Volví a la cama y seguí durmiendo. A la noche siguiente se repitió la misma historia, y así sucesivamente, hasta que un día me di cuenta de que aquella pesadilla se estaba haciendo realidad. (Irene Ortiz, 2º ESO A.)

viernes, 26 de septiembre de 2014

Microrrelato

No comió, no bebió, no besó, no abrazó, no rio, no peleó, no jugó, no lloró. Cuando la muerte llegó, se dijo: "Este nunca había vivido". (Raquel Arias García, 2º ESO A.)

lunes, 3 de marzo de 2014

El secreto de la muerte (Novela por entregas: primera entrega)

EL SECRETO DE LA MUERTE

CAPÍTULO 1: UN PRINCIPIO ALGO DISTINTO.

            Muchas personas dicen que la muerte no existe, otras sí, yo solo pienso que se termina algo para empezar una nueva etapa. Os presento la historia de una joven que se llama Hirosi:
            En la biblioteca:
   Álex, ¿has encontrado algo?
   No pero en este libro hay una cosa fascinante y nunca vista...
  ¿Qué es?
  Por mí.-Le enseña una foto de una mujer-. ¿Ves?
   Menudo perturbado.
  Espera, ¿no te das cuenta de quién es?
   No .
 Es la guardiana de la vida en el paraíso, dicen que desapareció cuando el señor oscuro de mis sueños quiso entrar para corromper aquel lugar rebosante de felicidad.
 Pero cómo es posible que tú sepas tanto.

   Hirosi cayó al suelo de desesperación y le contestó gritando:
  Es que acaso no sabes que tengo además de visiones mi familia, lleva siglos protegiendo la villa en la que vivimos, subnormal.
   Enfadada se largó y dejó a Daniel, su amigo, allí solo.
   Al día siguiente intentó llamar a su amiga pero ella no cogía el teléfono ni siquiera estaba en casa. A Hirosi le gustaba estar en su escondite secreto para desconectar, estaba escondida en un árbol en medio del bosque, solo ella sabía el lugar exacto, también sabía volver a casa sin perderse ni una sola vez porque ella tenía memoria fotográfica. Se quedó dormida en el suelo de su escondite.


  Lo que ella  no sabía era que no podría volver a despertar ya que se había sumergido en el mundo de los sueños y el señor de aquellas tierras era un fiel siervo del señor oscuro.
 Asombrada de estar en aquel lugar se dio cuenta de que estaba en una cabina llena de sangre y ella era el motivo del desastre. No sabía el porqué de aquella situación, pero en el momento se percató, del mundo en el que estaba, de aquel escenario, y a ella le daba pánico los sitios cerrados. Todo aquello, tan real y tan falso, tan tocable, tan intocable. Todo eso era del mundo de los sueños, reinado por las pesadillas, solo aquello volvería a ser normal si la guardiana de la vida volviera a reinar. Lo único que tendría que hacer sería sentarse en el trono. Pero, estando ella desaparecida, todo estaba perdido, todo sin esperanza ni fe, todo, menos Hirosi que desde su punto de vista ella era la que tendría que ejercer de guerrera en aquel lugar. Salió de la cabina y y sin rumbo en aquel lugar en busca de la luz.


CAPÍTULO 2: EL PROCESADOR.

            Hirosi se levantó de la cama, no sabía cómo había llegado a su casa otra vez y su amigo Dani
estaba con ella:
       –  No te enfades pero me he colado por la ventana, estabas gritando en sueños y te conecté esto                en  la cabeza.
      –   ¿ Qué es eso?
    Se llama procesador de sueños: si te tumbas en él, te ayudaré a que no te quedes para siempre, y darte información desde el ordenador a tu mente; y otra cosa más, siento haberme comportado antes tan …
- No te preocupes, además yo fui muy grosera. Pero podemos hacer una cosa. Vamos a la fábrica abandonada y desde allí operaremos todo. Así si mi madre entra, no se asustará de verte en mi cuarto sin ningún pretexto. ¿Vale?
    De acuerdo.

  En esa misma tarde se dirigieron al lugar y Dani ya estaba allí fabricando una máquina que próximamente sería el procesador. Mientras en la otra parte de la sala había un colchón y cables conectados a un ordenador.

  Mira, mientras tú venias yo construía esto y también desde el ordenador te proporcionaré armas, una armadura y la suficiente información que puedo darte
   Gracias, Dani, eres muy amable por tu parte. ¿Cuándo empezamos?
  Cuando quieras.


CAPÍTULO 3 : EMPIEZA LA ACCIÓN.

         Hirosi ya estaba en la máquina, la cual le metía en el mundo de los sueños. Evidentemente estaba nerviosa, y creo que tú también lo estarías si te fueras a meter en una máquina que te sumerge en una pesadilla en la cual sufres y que no se te olvide de que eres la primera persona, el primer ser vivo que la utiliza. En resumen, se disponía a meterse en la productora cuando su amigo le informó de un par de cosas:
-  Recuerda que ahora irás con armas y con una armadura para estar más segura, y si todo va bien mi invento funcionará. ¿Vale?
     De acuerdo, y solo una pregunta, ¿tú podrías meterte a la vez que yo?
     Si, pero poco a poco vale.
   ¡Allá voy!
  Ya dentro de aquel mundo contempló que en medio de aquella llanura de cenizas había un montículo y en él una figura de algo, alguien. No sabía qué hacer y se quedó en blanco, no sabía nada. Pero ¿qué? ¿Dónde está? Así sin más esa figura desapareció. Hirosi preocupada corrió hacia el lugar donde la había visto por última vez a esa... no tenía definición.
            En el cielo se vieron luces pero, eran aros. Detrás de aquel montículo un ejército de por lo menos mil hombres y seguramente un millón.

             En aquel momento Hirosi dejó de estar en el mundo de las pesadillas, Dani le había sacado 
    Tuve la sensación de que tenía que sacarte.
   No te preocupes, que ha sido una decisión importante. Por cierto ¿qué hora es?
    Son las diez, llamé a tu casa y dije que hoy cenarías conmigo por ahí.
   Gracias, Dani, hablando de comer, ¿vamos?
    Venga.
A la tarde siguiente, un buen sábado, como siempre hacía, Hirosi estaba en la tienda de música. Cuando escuchaba su canción favorita se cortó y sonó un mensaje:

ES DEMASIADO. DEBES SEGUIR Y NO PARARTE. RÁPIDD...

            El mensaje se terminó así sin más. La voz que lo decía tenia una amargura y era dulce. Sin pensárselo más veces llamó al móvil de Dani y quedaron otra vez en la biblioteca. En cuanto se vieron Hirosi le preguntó muy atosigada :

    ¿Dónde está el libro de la mujer?
   ¿De qué estas hablando, Hiro?
     De la mujer, de la señora de la vida.
 Se supone que debería estar en esta sección -dijo mientras señalaba una estantería llena de libros mitológicos-. Mira, debe ser uno de estos.
   Debería haber más. Mira si es uno de estos. -Le dio entre dos o seis libros y siguió buscando.
   Exactamente ¿qué estamos buscando? Dime.
   Mientras estaba en la tienda escuché un mensaje y mientras volvía hacia mi casa escuché la canción pero el mensaje no aparecía en ningún momento.¿ Y si me puedo comunicar con ella? ¿Tú qué crees?
  En uno de los libros se menciona que cuando la pitonisa estaba en apuros ella elegía a un ser vivo para comunicarse y en este caso parece que eres tú. Pero es posible que fuera ella.
   Me alegro de que estés conmigo, Dani.

  Le mandó una sonrisa y siguieron buscando. Ya tarde, sobre las dos de la mañana, la biblioteca cerró y cada uno se fue a su casa. Cuando solo faltaban cinco calles para que llegase a casa se desplomó en mitad de la calle Al despertar estaba otra vez en aquella cabina. Cómo es posible, ni ella lo entendía. Parpadeó y volvía a estar en la calle tumbada. ¿Qué había pasado? ¿Sería una visió

            En cuanto llegó a casa sus padres le echaron la bronca, en todo el día había desaparecido y ni siquiera había comido un poco. Le encerraron en su cuarto y se dispuso a tumbarse en la cama. A la mañana siguiente su puerta seguía cerrada y una nota que había sido pasada por debajo ponía: << Por haber llegado tarde y no haber aparecido por casa en todo el anterior día se te ha castigado, y que sepas que en casa de Dani ha pasado lo mismo. Además, tienes que estudiar. De papá y mamá.>>

            A Hirosi se le había olvidado el examen con tanto misterio. No paraba de pensar por qué sus padres no lo sabían y evidentemente ella no se iba a quedar encerrada. Cogió su skater y salió por la ventana en busca de Dani para ir a la fábrica. Ya en la calle de su amigo un coche se acercó, tenía los cristales tintados  de negro y no se podía saber quién había dentro.  Abrieron la puerta mientras seguía en marcha y una mano alargada intentó coger a Hirosi, ella que es de reflejo rápido patinó a la puerta de la casa de su amigo rápidamente. Pero cuando la puerta se consiguió abrir  el coche cruzó la esquina con la niña dentro inconsciente. Afortunadamente se le cayó el skater al suelo y Dani cogió la moto de su padre, aceleró y fue detrás del coche siniestro.


            Con motivo extraño el coche  había aparcado enfrente de la fábrica y estaba vacío. Dani cogió el arma de la guantera de su moto y se sumergió entre las sombras de la fábrica. Ya allí dentro vio que estaban metiendo a su amiga en la máquina. Pero él no la había terminado, ¿ cómo lo hicieron? Eso explicaría que la noche que llegó tarde a su casa su madre le echó la bronca ya no solo por llegar tarde sino porque tenía el cuarto sin otra definición hecho mierda. En resumen seguramente hubieran sido ellos y eso explicaría el porqué de la falta de archivos. Esos señores habían convertido aquel lugar en un laboratorio en condiciones.
            Cuando se dio la vuelta había dos señores robustos el doble de alto que él y los dos eran iguales. Entonces habló la persona que estaba retocando la máquina:
      -Muy buenas, me presento, soy tu explicación del desorden de tu cuarto, y el responsable y            dueño de esto. No hace falta que te presentes, se quién eres y lo que hacéis juntos.
   ¿Qué hacéis con ella?
     Atadle a él también.
     ¡ Hey ! La máquina está solamente hecha para uno.
       Ahora no, joven, lo hemos cambiado. Y sonrió de forma siniestra mirando una máquina más de interpretar sueños.

            Los hombres forcejearon a Dani para meterle en una; mientras Hirosi sumergida en aquel mundo de terror, esta vez iba con una armadura negra de escamas y su pelo rosa estaba recogido en una coleta alta que no dejaba fuera ningún pelo excepto un mechón en el lado derecho de su frente que apenas llegaba pasando el ojo. Y Dani apareció de la nada junto a ella. Nada más que por eso pegó un rebote y enseguida le preguntó:
     ¿No se supone que solo podía uno?
       Sí pero lo han cambiado ellos (una voz un poco robotizada les dijo).
       No  os paréis y buscar las 30 piedras de poder, y creedme, nosotros somos los buenos.

   Durante la caminata en las dunas de cenizas los agentes explicaron qué sucedía: hace tiempo una compañía tenía 15 piedras de poder, cada una como un diamante de cuatro quilates, que en ellas se guardaban el poder de las pesadillas y eran muy peligrosas, por ello estaban ocultas, hubo una disputa y una batalla. Al final las quince piedras fueron treinta a partes iguales. En el laboratorio en las que estaban se abrió un portal en el cual el señor oscuro vivía o reinaba y se los llevó. Los cuales se utilizaron para asaltar el reino de los sueños. Después de aquello todo es oscuro y miles de niños y adultos sufren pesadillas y si mueres en alguna te despiertas muerto y el alma absorbida. Por ello necesitan a Hirosi, que es la que recibe las visiones y Dani porque le encanta aquello y sabe bastante.

     Chicos, se supone que hay un cristal cerca, la fuente de maná es muy grande. Pero tened cuidado.
     Con que esto está muerto -dijo Dani- y nunca mejor dicho.
No somos los únicos que están aquí -dijo Hirosi con voz preocupada, de la nada salió una criatura horrorosa-. ¡ Joder!


            Al momento sacó la catana y el otro se la agarró por la cintura y dijo: << Ya eres mía>>. Al instante ya sentía cómo sus uñas estaban clavadas en ella y eran como clavos afilados. Dani le cortó la cola de serpiente en un movimiento y mientras aquel ser gritaba de dolor le cortó uno de sus brazos, luego otro y ya por último Hirosi sacó una bola de fuego azul de sus manos. ¿Sería algún poder?


(Elvira, 1º ESO A.)


Historia fantástica

 Un día me desperté y cuando salía de mi casa observé que me encontraba en un lugar en el que todas las casas eran iguales, del mismo color y forma; también las montañas en las que se encontraba la ciudad eran iguales, pero lo que más me sorprendió fue que los habitantes de aquel pueblo tenían el mismo aspecto que yo, hasta se comportaban igual que yo. Me pellizqué para ver si era un sueño; para mi desgracia era tan real como la vida misma. Decidí entonces explorarlo un poco para ver si había algo diferente, y sí que lo había: en un callejón observé a tres clones míos que estaban planeando destruir el mundo provocando un agujero negro que absorbiera la ciudad. No quería que muriera tanta gente inocente y decidí seguirles para ver su laboratorio y detenerlos. Cuando creía que estaba a punto de salvar a la ciudad, un hombre me cogió y me tiró contra una mesa; justo antes de que activara el agujero negro, lancé una silla a los controles y conseguí  romperlos y salir antes de que estallara el laboratorio. 
Detuvieron a los hombres y me  dieron una medalla por lo que hice.Volví a mi auténtico mundo por un portal que ellos hicieron.
(De Ángel Grima, 1º ESO A.)


sábado, 25 de enero de 2014

La vida de Ana


                     LA CASA DEL LAGO

Ana y sus padres tenían una casita al lado de un lago.
En ella pasaban todas las vacaciones.   A Ana le encantaba ir allí.
La casa era de madera, tenía un porche con un columpio que  había construido el padre, tenía grandes ventanales y una chimenea en el salón que encendían en invierno.
La casa estaba rodeada de árboles y en uno de ellos Ana tenía una casita,”era su casita del árbol”.
Y justo delante de los árboles estaba el lago. Un lago grande
y precioso que parecía de cristal, rodeado de bosque y de
montañas.
El sitio era precioso, en primavera y verano era verde  y en otoño e invierno solía estar nevado. Ana era allí muy feliz.
Un día que iba paseando cerca del lago con su perro, se encontró con un pato herido por un cazador. Ana se lo llevó a la casa y con la ayuda de sus padres y mucha paciencia lo curó.
No quería separarse de él, porque le había cogido mucho cariño, pero su padre le explicó que era un animal salvaje y que debía devolverlo a la naturaleza.
Una mañana que ya lo vieron fuerte, decidieron llevarlo al lago.
El animal estaba asustado al principio, y Ana se encontraba muy triste por tenerse que despedir de él.
Al llegar a la orilla, no se movía del lado de Ana, pero poco a poco y despacio fue hacia el agua. Al animal también le daba pena irse del lado de Ana. Él también quería mucho a Ana, que lo había tratado muy bien.



Ana y sus padres se quedaron allí mirando cómo el pato se alejaba por el lago, y decidieron seguirle por la orilla a ver a dónde iba. Estuvieron un rato detrás de él, en un momento se les perdió de vista pero luego lo volvieron a encontrar entre unas ramas; al acercarse, Ana vio con sorpresa que había un nido con patitos. Había cuatro patitos pequeños y uno más grande.
Ana llamó a sus padres, con mucha ilusión y alegría.
Todos se quedaron mucho rato mirando cómo el pato estaba allí en el nido con sus patitos.
Desde esa tarde, Ana iba todos los días hasta el nido y les llevaba comida y los miraba encantada, era su pasatiempo favorito.

Pero un día que se dirigía hacia allí como siempre, vio unos hombres con escopetas que iban en la misma dirección que ella.
Ana se asustó y comprendió que eran cazadores, quizá los mismos que hirieron a su pato, semanas atrás. No sabía qué hacer, tenía que salvar al pato y a su familia.
Entonces se escondió entre los árboles del bosque observando a los cazadores que estaban cerca del nido. Cuando vieron el nido, se pusieron en posición para dispararles, Ana estaba aterrorizada y empezó a gritar como una loca y a hacer ruido para que el pato y los patitos se asustaran y se fueran de allí.
Dio resultado porque los patos huyeron corriendo por entre las ramas y el agua del lago y desaparecieron.
Los cazadores se quedaron sorprendidos y Ana salió de su escondite y muy valiente les dijo que eran su familia de patos y que los dejaran en paz, pues eran pequeños. Los cazadores que tenían hijos de la edad de Ana, al verla tan apenada, se sintieron mal y le prometieron que no volverían. Ana había salvado a la familia pato.

Alba Martín Mariscal, 1ªA

sábado, 18 de enero de 2014

Recuerdos de una pesadilla




    Hace ya un tiempo de esto, y me acuerdo de poco. Lo único que recuerdo es aquella ciudad, con sus altas farolas, que, con su brillo anaranjado, daban un ambiente a la noche tétrico, las casas estaban deshabitadas y la madera podrida de puertas y ventanas producía un chirrido estridente, el único ruido de aquella noche. Mientras paseaba por aquella ciudad, vi un encapuchado que estaba de pie en una esquina oscura, me acerqué a ver quién era, entonces levantó la cabeza, no era de este mundo, tenía la cara cubierta por una máscara. Pronunció unas extrañas palabras y, a su espalda, apareció una especie de sombra, y, en sus manos, surgió una espada y la clavó en el suelo, entonces unas llamas de color azul crearon un pentágono, en cuyo centro estaba el ser aquel. Intenté huir, pero no lo conseguí, mis pies caminaban hacia el centro del pentágono, eso es todo cuanto recuerdo, desde entonces estoy aquí, perdido en este extraño lugar. (De Antonio Martínez, de 1º ESO A.)

Daniela, mi vida

Voy a contar la historia que me paso hace cinco años en una ciudad de Andalucía, Granada. Me llamo Daniela y tengo 14 años. De pequeña viví una historia bastante mala y por tanto la quiero compartir con vosotros. Yo vivía en un pueblo de Granada, Guadix. Cuando nací, mi padre desapareció; mi madre, María, me tuvo que cuidar desde entonces. Éramos, en esos tiempos, una familia muy humilde y bastante pobre. Mi madre tuvo que dejar el trabajo porque no nos podía cuidar a mi hermanos y a mí. Se ganaba el dinero pidiendo ayuda a mi familia: mis titos,mis primos, mis abuelos.... Cuando nos fuimos haciendo más mayores, mi familia ayudaba cada vez menos a mi madre.
Pasaron dos años y mi padre apareció en mi casa. Mi padre decía que se tuvo que ir por problemas de trabajo, todos sabíamos que estaba mintiendo. Yo vi discutir a mi madre y a mi padre en la cocina. Yo estaba arriba escuchándolo todo. Mi madre le dijo que nos tendrían que meter en un internado porque mi madre no tenía dinero para cuidarnos y mi padre no se quería hacer cargo de nosotros. Se lo conté a mis hermanos. Bajaron a hablar con mis padres, yo entonces tenía solamente cinco años, mis hermanos me dijeron que no me metiera, que ellos iban a hablar con mis padres. Después de hablar con mis padres, mis hermanos subieron bastante tristes, casi llorando. Yo les pregunté que por qué lloraban y ellos me dijeron que nos tendríamos que despedir de mi familia. Porque otra familia nos iba a acoger; yo, la verdad, no los entendí.
Al pasar un año nos llevaron a casa de una familia, mi madre me dijo que no me preocupara, que nos íbamos a quedar con esta familia a vivir porque ella no nos podía cuidar más.
Ahora que tengo 14 años, vivo en Jaén, con mi familia nueva. Estoy muy contenta porque nos tratan muy bien, a mis hermanos y a mí.
Es una historia que a mí me dolió mucho pero pienso que si mi madre no nos podía cuidar hizo lo mejor, porque nos buscó una manera de que nosotros fuéramos felices. Mi madre de ahora  deja que nos vayamos con María (mi madre) para pasar un rato con ella.

Las dos mujeres son muy amigas, yo nunca pensaría que iban a tener esta relación. 
(De Jennifer Fornell Criado, de 1º ESO A.)