Hola, yo soy Mario Álvarez, un científico aventurero. En esta
historia os voy a contar una aventura de las mías, y no creáis que es como
todas, bueno, ya veréis.
Un día en mi trabajo de científico que había encontrado
en América del Norte(Canadá), me habían pedido que fuese a sacar muestras del gran árbol de China que custodian los monjes budistas; tenía que sacarle unas muestras
para un experimento, según ellos era confidencial y no lo podía saber. Cuando llegué
a China, me indicaron el templo y fui a verlo, pero me encontré con unos monjes que casi intentaron matarme, me paré y al cabo del tiempo me dejaron coger unas
muestras y me fui a Canadá, pero entonces me encontré al jefe diciendo que
extinguiría a la raza humana. Me intenté ir pero de pronto cerraron las puertas
y al jefe le salieron tentáculos y colmillos afilados, que me habrían devorado si no hubieran llegado a aparecer los monjes budistas. Si no hubiera sido por ellos, no habría podido escribir esta historia. (De José Baena, 1º de ESO A.)