-Creía
que nadie lo sabia, que nadie se había dado cuenta de mi ausencia.
No quería seguir siendo ignorado por todos, siendo un desecho por
mis defectos, no tenía cualidades, y si las tenía nadie nunca las
había valorado.
-Eso
no es verdad, y lo sabes. Todo el mundo tiene cualidades y defectos.
Si nadie las ha valorado es porque tú no se las has demostrado.
-Bueno...
eso es cierto... pero...
-Entonces
qué me dices, ¿volverás?
-Sí,
volveré, y daré lo mejor de mí mismo. Les demostraré a todos que
sirvo para algo.
(De Olaia Arteagabeitia, 1º ESO A)
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