sábado, 23 de noviembre de 2013

Hola, yo soy Mario Álvarez, un científico aventurero. En esta historia os voy a contar una aventura de las mías, y no creáis que es como todas, bueno, ya veréis.
 Un día en  mi trabajo de científico que había encontrado en América del Norte(Canadá), me habían pedido que fuese a sacar muestras del gran árbol de China que custodian los monjes budistas; tenía que sacarle unas muestras para un experimento, según ellos era confidencial y no lo podía saber. Cuando llegué a China, me indicaron el templo y fui a verlo, pero me encontré con unos monjes que casi intentaron matarme, me paré y al cabo del tiempo me dejaron coger unas muestras y me fui a Canadá, pero entonces me encontré al jefe diciendo que extinguiría a la raza humana. Me intenté ir pero de pronto cerraron las puertas y al jefe le salieron tentáculos y colmillos afilados, que me habrían devorado si no hubieran llegado a aparecer los monjes budistas. Si no hubiera sido por ellos, no habría podido escribir esta historia. (De José Baena, 1º de ESO A.)




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